El calibre en la lámina lisa galvanizada funciona como un instrumento de medida que se utiliza para determinar su espesor o grosor. Es importante mencionar que mientras más alto sea el número del calibre, la lámina es más delgada y viceversa. Esto sin tomar en cuenta su acabado galvanizado, puesto que la cubierta no se valora para medir este aspecto, por lo que puede haber una variación de milímetros por capa.
El calibre se inventó como una unidad de medida denominada BWG que servía de referencia para los herreros ingleses en la época de la Revolución Industrial, cuando la herrería era uno de los oficios más reconocidos, no solo por su utilidad, sino también por su innovación con metales y sus aleaciones.
Para obtener el calibre de las láminas se tomó como base el “pulgar del rey”, el cual se le conoce como una pulgada que equivale a 2.54 centímetros. Sin embargo, como en esa época no estaba estandarizada esta medida, se usaba el BWG o Birmingham Wire Gauge, el cual era similar a la pulgada, aunque no era exacta, ya que usaba 3/4 de pulgada como referencia.
Por tanto, se empezó a medir el número de chapas de acero que cabían en un pulgar del rey, de esta forma se calculaba el calibre de los aceros. Por lo tanto, el calibre se refiere al número de chapas que cabe en el ancho de una lámina. Por ejemplo, en este caso si la lámina lisa galvanizada está disponible en calibre 24, de acuerdo a este método quiere decir que dentro de ella caben 24 chapas de metal.